jueves, 1 de noviembre de 2012

Es sólo un juego (?)

Este texto es, una vez más, sobre el deporte que amo y me apasiona, el fútbol, pero no pretende ser un texto termocefalo y sin sentido, pretende ser un análisis de la realidad (la real, ojo) que involucra el fútbol.

La frase que da titulo a la entrada ha sido escuchada por todos más de alguna vez, la han pronunciado novias, esposas, madres, periodistas deportivos, entrenadores, "intelectuales" trasnochados, etc. ¿Para qué darle tanta importancia a un tonto partido de fútbol?. Hace poco en Chile se aprobó la famosa ley "Estadio Seguro" que pretende erradicar la "Violencia" de las canchas para que la familia vuelva al fútbol, que objetivo más noble y lleno de bondad o no. Lo que hizo básicamente la ley fue retirar lo bombos, las cuncunas, el papel picado, los cantos y la fiesta del estadio creyendo que ese era el foco de violencia, las barras bravas. Y la base de esa ley es justamente la percepción de que el fútbol es un "espectáculo deportivo"...un "espectáculo", como el cine o el teatro, no puede existir una visión más sesgada y alejada de la realidad.

Uno simplemente no puede poner el fútbol al mismo nivel de los otros deportes o espectáculos, simplemente no puede. Este deporte mueve más gente que la religión, apasiona por igual a las más diversas generaciones, une continentes, genera un sentimiento de fidelidad absolutamente único. Ninguno de los que nos gusta el fútbol sabemos con certeza si vamos a terminar la universidad, o casarnos con nuestras novias actuales o si nos va a seguir gustando la coca cola, o si los creyentes lo seguirán siendo por siempre; pero todos estamos seguros que a nuestro equipo no lo vamos a cambiar nunca en la vida, por nada, no se tranza. Invito a los críticos a buscar esa sensación y esa realidad en otro deporte o en otro espectáculo.

Nunca me voy a cansar de repetir una frase que refleja muy bien al fútbol...Este deporte es, lo más importante, de los menos importantes. Eso lo dice todo, esa es la realidad que no ven porque no quieren las autoridades y los críticos que tildan a los fanáticos de estúpidos. En este lado del mundo, donde hay pobreza y desigualdad para regalar, donde las empresas barren con la gente todos los días y los políticos no salvan a nadie, uno tiene que aferrarse a algo. La gente más humilde, la con menos acceso a educación y menos oportunidades, a veces lo único que tiene es al fútbol.

Un muchacho que nació en una familia completamente quebrada, que ha vivido siempre en la droga y sin estudios, a veces tiene como única alegría de su vida, ver a su equipo ganar el domingo. A lo mejor si su equipo gana va a estar contento hasta el Miércoles de la semana siguiente, ahí volverá a su realidad pero ya el Viernes estará ansioso por el partido que viene. 

¿Y las barras bravas qué son?. Las barras son el único lugar de la sociedad donde ese muchacho se siente partícipe de algo, donde se siente involucrado y no siente que el resto del mundo sigue funcionando ignorándolo. A lo mejor las motivaciones se camuflan bajo otras cosas, como juntarse con la barra a tomar vino o fumar marihuana, pero al final es lo mismo, ESE es el único lugar donde se siente acogido. Indudablemente las barras bravas están llenas de vicios y malas prácticas, debe ser que siguen el ejemplo de los políticos al pie de la letra.

Cómo ese muchacho no va a defender a muerte a su club y a su barra, si son lo único que le trae alegría e inclusión a su vida. Cómo el tipo no va a estar dispuesto a robar, a vender sus cosas, a hacer lo que sea por conseguir una entrada para el domingo ver a su club y juntarse con los amigos del estadio. Yo creo que cualquiera de nosotros defendería a muerte aquello que nos brinda alegría en la vida, para algunos son los hijos, para otros el equipo de fútbol.

La violencia viene de la sociedad, la sociedad es violenta, ¿Por qué el fútbol y el estadio habrían de ser una especia de paraíso del Edén, distintos a la sociedad que los rodea? No tiene ningún sentido. La ley de "Estadio Seguro" está hecha a medida de los nuevos empresarios que rigen el fútbol, en efecto es para hacer que la "familia" vuelva al estadio, pero no cualquier familia, la ley está diseñada para sacar del fútbol a los menos importantes, y para llevar a un público nuevo, con más disposición a pagar, pero que pide a cambio sentirse más seguro.

Probablemente lo que voy a decir ahora suene muy resentido, pero creo que es la verdad. El fútbol no es para esos nuevos espectadores, este deporte no es teatro, no es un mall; uno va a la cancha a vivir con pasión una batalla deportiva, a cantar, a alentar o a verlo en silencio y sentado pero con pasión, no sólo por entretenerse, no es hacer un puzzle o un sudoku. Por eso creo que la frase "Es sólo un partido de fútbol" no tiene ningún sentido, a lo mejor en Noruega o Finlandia (donde la calidad de vida es buenísima) sí, pero aquí no... aquí el fútbol es algo serio, algo que le pertenece y le da pertenencia a un grupo gigante de gente que de otra forma no tendría ningún vínculo con la sociedad.

Eso es el fútbol, es mucho más que un deporte, es la vida misma, la pasión de las multitudes que nadie nunca escucha, y que se pueden sentir representadas una vez a la semana bajo un lienzo que los agrupa y 11 tipos con una misma camiseta corriendo por hacer que su semana sea un poquito mejor. 

Confío en que nunca lograrán despojar al fútbol de su identidad, la identidad de ser un deporte del pueblo por definición, con 4 piedras y una pelota plástica podemos vivir todos nuestros sueños cuando somos niños, eso lo hace tan lindo y por eso genera tanta pasión. Espero que mi fútbol querido no cambie nunca, que siga siendo el espacio para los menos importantes, los de verdad.

viernes, 27 de julio de 2012

Razonamientos Aleatorios

Ha pasado bastante tiempo desde que escribí por última vez. Las aguas desde las que escribo ciertamente tienen más calma ahora, más tranquilidad para pensar, para reflexionar y además, para escribir.


La entrada se llama como el blog porque hoy, después de haber asistido a una charla sobre movimientos sociales donde participó un hombre muy inteligente, me dí cuenta que nunca había dedicado una entrada al acto mismo de pensar, al razonar aleatoriamente, o libremente como prefiero llamarlo hoy. Este hombre que estaba en la charla, una persona vinculada al mundo de la educación y la filosofía, describía justamente a la filosofía, como la rebeldía del pensamiento, y esa frase me inspiró para escribir hoy, voy a escribir sobre la rebeldía de pensar.


Antes de seguir, voy a reflexionar un momento sobre la frase con que la el hombre que describí antes se refirió a la filosofìa. Puedo decir que concuerdo plenamente, el acto de pensar libremente sí es un acto de rebeldía, y siempre ha tenido costos asociados, quizás antes eran costos más graves que ahora, pero siempre ha tenido contras. En la Edad Media o durante la inquisición el pensar libremente podía ser un motivo para terminar en la hoguera, por ejemplo. Y un costo que ha tenido y tendrá siempre, es que el buscar la verdad a través del pensamiento libre y sin ceñirse a sistemas dogmáticos que "explican" todo en base a normas incuestionables, siempre se corre el riesgo de frustrarse por no poder encontrar esa verdad. Al final del día, el libre pensar involucra un riesgo, pero aún así sigue siendo una actividad maravillosa que debería cultivarse mucho más. Ahora sí, continuo con la entrada.


Como dije antes, voy a entender el razonar aleatoriamente como el pensar con libertad, sin ataduras, y teniendo como limites sólo los impuestos por uno mismo. El pensar es para mi, una de las características más notables de la condición humana (sino la más notable). No solo visto como motor de grandes cambios en la humanidad, sino como actividad misma, es sencillamente notable. Dentro de nuestra cabeza se encuentra el computador más poderoso que puede haber, capaz de hacer vínculos extremadamente complejos de información, al mismo tiempo que maneja recuerdos de todo tipo y guarda las experiencias vividas para no cometer los mismos errores (idealmente).



Pienso que la función del razonamiento no está del todo valorada en el desarrollo de las personas en este país. La formación académica de los niños pequeños y los adolescentes está enfocada a que reciban y retengan gran cantidad de información: fechas, datos, teoremas,formas, métodos, etc. Y se considera "mateo" o "inteligente", a aquel niño que puede repetir todo lo que aprendió en el colegio. En ningún caso se valora o motiva a los niños que tienen pensamientos propios, que pueden tener o no que ver con la materia; no estoy diciendo que los niños que aprenden todo lo que les dicen los profesores sean tontos, sólo digo que los "otros" niños no son estimulados como se debería. Aquí se educa, en general, pensando que lo que dice el profesor en un aula es la verdad, sólo porque lo dice el profesor; en mi opinión no puede haber hecho más nefasto para la capacidad de razonar que ese, se bloquea inmediatamente cualquier duda o cuestionamiento que pueda tener el alumno. Y se termina bloqueando la posibilidad de alcanzar lo más lindo del acto mental, que es crear, crear conocimiento, cultura, arte, etc.

Voy a exagerar conscientemente a partir de eso último que escribí. El tener un sistema educacional que fomenta el no cuestionar nunca nada puede ser una causa importante de la gran cantidad de injusticias sociales que se permiten en el país. Nadie está acostumbrado a llevar la contra al status quo, y cuando alguien lo hace, es inmediatamente apaleado por la política y la prensa, incluso por el resto de la sociedad, que aún sin saberlo, han perpetuado un sistema que ya dio muestras de no funcionar.



Lo que le interesa a los gobernantes y a la gente que maneja los países (no a los políticos, me refiero a los que realmente los manejan) es el dichoso progreso, entendiendo que ellos le llaman progresar a la creación de riqueza, es en ese juego sucio donde el pensar pierde valor, porque lo que necesitan ellos son ciudadanos suficientemente instruidos como para ocupar cargos y desarrollar tareas, y lo suficientemente carentes de espíritu crítico como para preguntarse por qué hacen lo que hacen todos los días cuando salen de sus casas en las mañanas, o por qué la sociedad está como está.




En mi opinión, lo que se necesita, es un cambio de cultura, o de paradigma como se dice actualmente. Se necesita volver a creer que el pensar tiene valor por sí mismo, que no es necesario que el pensamiento esté dirigido hacía algo en particular. El sólo hecho de razonar sobre algún tema, de que cada persona tenga tiempo y valore el reflexionar sobre lo que sea, ya hace ciudadanos más conscientes, más críticos, y según yo, ese es un buen camino por el que se podría transitar hacía una mejor sociedad. Quizás nunca se logre el cambio completamente, al menos me queda la tranquilidad que cada vez hay más gente que piensa y a menor edad, ojalá el tiempo lleve a la humanidad a cuestionarse si la vida actual que vivimos es la que queremos vivir, o si sólo la estamos viviendo porque de esa forma se vivía cuando llegamos al mundo.





viernes, 3 de febrero de 2012

Huevos y Canastas 2

Y fue como dije en la entrada anterior. Más o menos un mes después soy alguien distinto, aún no sé en qué tantos sentidos, pero sí soy distinto. Después de mucho sufrir y noches dándome vueltas por haber puesto todos los huevos en la misma canasta y ver que la canasta se iba como si un río la llevara lejos mío (Y en la canasta no iban sólo huevos, sino que cuando se alejaba iba con más cosas cada vez), llegó el día de hoy, no podía ser un mejor Viernes.
La verdad que no creo en el destino, pero hoy sentí que el destino me hizo un regalo, no pude evitarlo. No creo en el destino pero sí creo en el valor que tienen los detalles en las vidas que llevamos, me gusta ponerme a pensar en las decisiones que he tomado y que me han dejado donde estoy ahora, en las cosas buenas y malas. Y también me gusta buscarle sentido a las cosas, sentido algo más allá que una simple causa y su efecto, me gusta ver el valor de los detalles.


En los últimos días aprendí que no debo volver a poner todos los huevos en la misma canasta, aprendí a darle valor a cosas que yo no creía que lo tenían (o al menos no tan grande), aprendí a ver que la soledad efectivamente es lo mejor sólo cuando sabes que no estás solo.


Lo más bonito que aprendí o en verdad que tuve que darme cuenta, es que los sueños no se dejan nunca, por ningún motivo, porque son lo que nos mueve. Si renunciamos a lo que creemos y queremos, entonces ya nada tienen sentido y es cuando se comienza a vivir por vivir, que es una de las cosas más tristes que le puede pasar a un ser humano.
Aunque el camino delante de uno sea lo más empinado del mundo, siempre hay que creer, porque los sueños son todo lo que tenemos. El derecho a soñar sólo puede ser removido por nosotros mismos, es uno de los único derechos que no nos pueden quitar y es muy triste truncarse eso tan valioso uno mismo. 


Ya parece un cuento añejo lo de no escribir sobre mi en este blog, pero necesitaba un espacio para escribir hoy. La presión e incertidumbre al fin se fueron, ahora puedo estar tranquilo de nuevo, porque vuelve a depender de mi.
La tranquilidad y la paz interna son sensaciones que solo se valoran cuando se carece de ellas, ahora vuelvo a tenerlas, pero ya conociendo su valor.


Va a ser un mes muy lindo y desafiante el que viene desde ahora. =)

domingo, 8 de enero de 2012

Huevo y Canastas

Ha pasado harta agua bajo el puente desde la última vez que escribí. Las motivaciones ahora son totalmente diferentes, peores quizás, lo que es seguro es que la situación personal es distinta, y en consecuencia aquello que se escribe con mis manos de seguro que será diferente. Pero este blog no es una vía de desahogo personal ( al menos no explícitamente) así que no abordaré nada de mi situación, sólo la usaré para inspirarme.


¿Qué pasa cuando uno ya puso todos los huevos en la misma canasta?. Si uno gana, entonces todo es perfecto, pero ¿y si no?. Cuando las cosas que uno persigue son más que la suma de sus partes todo se vuelve peor, supongo. Es una actitud irracional poner todas las fichas al mismo número, pero a veces simplemente pasa y uno se da cuenta que la situación es así cuando el desenlace está cerca de llegar. Ponerse en todos los casos posibles parece ser una forma razonable de no sentir un golpe demasiado duro; el problema de hacer esto es que, eventualmente podría requerir una reflexión profunda y en tal reflexión se podrían cuestionar las reales posibilidades de lograr el éxito, lo que podría reducir aun más las chances.


Otra forma de abordar el tema es pensar que quizás nunca están todos los huevos en la misma canasta. Es difícil que una persona ponga todo lo que importa en un sólo ámbito de su vida, de hecho suena a que es imposible si uno no se pone en casos extremos. El punto es que a veces el ámbito complicado de la vida es el más importante, o el que uno cree más importante. El peligro de todo esto es que sentir que uno va a perder algo que le importa podría enceguecer todo el panorama, nublar lo demás y desde ahí todo se vuelve caótico. El lado bueno es que, si uno logra apreciar el resto de las cosas, o encontrar valor en el resto de los ámbitos de la vida entonces no se sufriría un golpe tan fuerte, y en el caso de lograr el éxito se sería una persona más integral supongo.

O sea, valorar todo lo que uno tiene sin darle extrema importancia a nada en particular parece ser una buena estrategia, que será positiva en cualquier caso.


El lado más negativo, en mi opinión, de ponerse a apreciar el resto de las cosas de la vida cuando uno se está jugando el éxito en algo, es que me suena a ponerse el parche antes de la herida, a confirmar que uno tiene las de perder. Y además, el dar atención a otras cosas en los momentos clave podría "evitar" que uno moje la camiseta como se debe por lo que se está jugando.



Voy a retomar algo que dije más arriba. Cuando uno está luchando por algo que es más que la suma de cada una de las cosas que lo compone todo es peor/mejor. Ese es mi caso en particular (hasta aquí llegó lo de no hablar de mi), en menos de un mes voy a ser alguien completamente distinto, sea lo que sea que pase.
No sé si eso sea bueno o malo, de las cosas que uno logra se alegra y de las que no, bueno algo se aprende siempre, o eso dicen para que uno no se sienta tan mal. El punto es que ya puse todos los huevos en la misma canasta, y cuando digo todos me refiero a todos los que me importan, no tienen que ver con un sólo ámbito de mi vida, son varias importantes cosas en juego. En un mes el mundo va a ser otro para mi, y al menos desde aquí, se ve que las opciones son blanco y negro...y no más, quizás puede haber un gris, pero no lo veo claro, en cualquier caso el gris en el que pienso es malo, porque es un blanco deprimido.
Hasta aquí nunca fracasé en algo que me haya propuesto (lo que no quiere decir que no haya fracasado), nunca me cuestioné el poner toda mi fuerza e interés en un sólo aspecto del ser humano, y si escribo esto es porque siento que quizás sí haya una primera vez para todo, por mi que no fuera así.


Mi opinión con respecto a este tema es extremista (lo dejo claro si es que ya no se nota), si uno ya minimizó su vida a  dos o tres aspectos y alguno de ellos corre peligro de fracasar entonces toda la energía debe ir hacía ahí, todas las fuerzas y los sacrificios son válidos, en tal caso el fin justifica TODOS los medios.


A pesar de que me dejé llevar completamente, pienso que el tema es interesante, yo lo usé como excusa para descargarme en este momento pero no es justo que quede sólo en eso, quizás en algún punto en el futuro lo retome, por ahora, al igual que con la entrada que marcó el comienzo de los cambios en mi vida, quiero que esto sea considerado un matiz, un recuerdo de cómo era el mundo visto por mi días antes de un día muy importante.