Y fue como dije en la entrada anterior. Más o menos un mes después soy alguien distinto, aún no sé en qué tantos sentidos, pero sí soy distinto. Después de mucho sufrir y noches dándome vueltas por haber puesto todos los huevos en la misma canasta y ver que la canasta se iba como si un río la llevara lejos mío (Y en la canasta no iban sólo huevos, sino que cuando se alejaba iba con más cosas cada vez), llegó el día de hoy, no podía ser un mejor Viernes.
La verdad que no creo en el destino, pero hoy sentí que el destino me hizo un regalo, no pude evitarlo. No creo en el destino pero sí creo en el valor que tienen los detalles en las vidas que llevamos, me gusta ponerme a pensar en las decisiones que he tomado y que me han dejado donde estoy ahora, en las cosas buenas y malas. Y también me gusta buscarle sentido a las cosas, sentido algo más allá que una simple causa y su efecto, me gusta ver el valor de los detalles.
En los últimos días aprendí que no debo volver a poner todos los huevos en la misma canasta, aprendí a darle valor a cosas que yo no creía que lo tenían (o al menos no tan grande), aprendí a ver que la soledad efectivamente es lo mejor sólo cuando sabes que no estás solo.
Lo más bonito que aprendí o en verdad que tuve que darme cuenta, es que los sueños no se dejan nunca, por ningún motivo, porque son lo que nos mueve. Si renunciamos a lo que creemos y queremos, entonces ya nada tienen sentido y es cuando se comienza a vivir por vivir, que es una de las cosas más tristes que le puede pasar a un ser humano.
Aunque el camino delante de uno sea lo más empinado del mundo, siempre hay que creer, porque los sueños son todo lo que tenemos. El derecho a soñar sólo puede ser removido por nosotros mismos, es uno de los único derechos que no nos pueden quitar y es muy triste truncarse eso tan valioso uno mismo.
Ya parece un cuento añejo lo de no escribir sobre mi en este blog, pero necesitaba un espacio para escribir hoy. La presión e incertidumbre al fin se fueron, ahora puedo estar tranquilo de nuevo, porque vuelve a depender de mi.
La tranquilidad y la paz interna son sensaciones que solo se valoran cuando se carece de ellas, ahora vuelvo a tenerlas, pero ya conociendo su valor.
Va a ser un mes muy lindo y desafiante el que viene desde ahora. =)
viernes, 3 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)