Qué ganas de estar contento, de no darme cuenta de nada, de hacer como si todo fluyera. Maldita sea la capacidad de cuestionar, de analizar, de ver, de ser...maldita sea porque no nos deja vivir, al tenernos al tanto de que no vivimos.
¿Por qué sencillamente un día no se nos apaga la conciencia?. Así todo sería más fácil, la vida simplemente transcurriría, no habría opción de darnos cuenta del daño que nos han hecho, del que nos hacemos nosotros mismos, del que le hacemos a los demás.
¿Cómo seguir adelante?. Seguir haciéndose el estúpido ya no es una opción, la sensación de desamparo es demasiado intensa, hay que necesariamente cambiar el rumbo, pero cómo hacerlo no es claro, de hecho es claro que en este momento es imposible.
Vivir por vivir, ese es el problema ahora, la vida debe ser vivida y no solo transitada. Más de 20 años a la mierda, al "divino botón" como se dice al otro lado del cerro. Más de 20 años siempre pensando que el próximo año sí que empiezo a hacer lo que quiero, el próximo año sí que voy al gimnasio, el próximo año sí que me tomo el estudio con calma, el próximo año sí que leo todos los libros que me gustan, el próximo año sí que me dedico a ser feliz.
El problema es que nunca llega el dichoso próximo año, y mientras lo sigo esperando, se me va carcomiendo el alma y el espíritu con la mierda en la que me veo sumergido por mi propia poca determinación a buscar la felicidad.
Al final capaz que lo que me molesta es ser un cobarde, es ser incapaz de vivir mi vida en lugar de vivir la proyección de mi vida sobre el espacio de lo tradicional. Quiero gritar, mandar todo al carajo, a todos, llorar, reírme, emborracharme, sentir, emocionarme. Como no puedo hacerlo porque no quiero poder, la conciencia me mata. No es la conciencia de todo lo que me afecta, sino que la conciencia de que no hago nada por afrontar todo lo que me afecta.
Me considero inteligente, no mucho pero sí algo, y desde este punto de vista no entiendo cómo hicieron los tipos realmente brillantes de la historia para no suicidarse. Cómo lograron calmar su sed de cambio, cómo dominaron su espíritu. Me encantaría conversar con algunos para pedirle consejo, que me aconsejen cómo volver a ser feliz y sensible.
Por ahora me voy a quedar en divagaciones, como siempre. Pero me prometo a mí mismo, y a las almas en pena que hayan llegado a leer esta línea, que todo va a cambiar...ya no aguanto más, o me voy yo o se van ellos, pero así no podemos seguir, mis miedos y yo vamos a dejar de transitar el mismo camino. Voy a ser valiente, determinado, o estúpido, pero algo seré, algo haré para salir de aquí.
domingo, 3 de abril de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)